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jueves, 14 de agosto de 2014

Misión profética del Papa Francisco.



VOCACION HUMANA A SER CUSTODIOS
35°Aniversario de la Proclamación de San Francisco de Asís, Patrono de la Ecología (19979-2014)
(Cuarta entrega)


Lic. Fray Luis Antonio Scozzina ofm
Director del CEFEDER
UCA ROSARIO

IV. Misión profética del Papa Francisco.
La visión profética de su ministerio con sus palabras y gestos recogida en el artículo del teólogo Lucio Florio[18] nos permite asumir la contextualización  del enfoque del ministerio papal, proponiendo un modo de concebir la acción pastoral en sintonía con las esperanzas  y sufrimientos del pueblo fiel y desde los rostros sufrientes de los excluidos de la sociedad global en los que descubre la presencia del Resucitado.

Afirma Florio:“Probablemente su pensamiento se ha nutrido de los enfoques de algunos textos eclesiales latinoamericanos, especialmente el de la Conferencia de Aparecida. 
En este documento  se conectaron cuestiones tales como la destrucción de la biodiversidad, la explotación desmedida de recursos naturales, la mentalidad economicista que anima grandes megaproyectos industriales y agrícolas, el cuidado de la diversidad de las poblaciones –especialmente rurales e indígenas–, la importancia y riesgos de las ciencias y la técnica, etc. Todos estos temas fueron integrados en el marco de una fe en el Dios Padre creador, en Jesucristo que asumió y redimió la creación en todas sus facetas, y del Espíritu Santo que está promoviendo una nueva creación. Francisco se nutre de este pensamiento pastoral, muy afincado en las dimensiones concretas que asume la crisis ambiental en sí misma y en conexión con los hombres y mujeres también concretos. En él se proclama el respeto teologal a la creación en todas sus formas y la defensa de quienes más padecen los cambios degradantes del ambiente. Esto son elementos novedosos,  provenientes de un continente que aborda el tema ambiental en una forma no tan teórica como el europeo, donde ya ha sido alterado antrópicamente de una manera profunda su entorno natural”.
El ministerio papal se vuelve profético porque descubre la novedad del Evangelio de Jesucristo en la realidad concreta de nuestros pueblos y de una sociedad que ha homologado dignidad humana con bienestar y consumo como criterio de progreso y de felicidad. Siguiendo a Florio compartimos que: “la dimensión profética consiste en una lectura del momento histórico a la luz de la Palabra de Dios, mostrando sus implicancias, sus expectativas futuras, pero también develando las contradicciones del pueblo con el Dios que lo convoca. De allí las predicaciones inesperadas, que reclaman la memoria e invitan a una esperanza, pero siempre en el cotejamiento existencial con la revelación divina. Ello implica la referencia a la equidad y la justicia, elementos que están en la base del origen de Israel como pueblo (cfr. Ex 20, 5). Finalmente, el profetismo bíblico estaba acompañado muchas veces por gestos simbólicos. Francisco también utiliza profusamente recursos expresivos no lingüísticos. Vale la pena detenerse en uno de ellos: las dos fotografías que Francisco dejó que le tomaran en la visita del político argentino “Pino” Solanas. Allí aparece el papa con dos remeras que llevan las siguientes inscripciones: “El agua vale más que el oro” y “No al fracking”. ¿Cómo interpretar estas fotografías?

La visión de la realidad eclesial del Cardenal Bergoglio queda de manifiesto en su intervención en las congregaciones previas del cónclave donde afirmó: "la Iglesia evangelizadora que sale de sí (...) o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí". Esta breve expresión pone de manifiesto el modo de concebir el ministerio y la misión evangelizadora de la Iglesia. Es decir, una mirada de apertura a la realidad humana, de salida a “las periferias existenciales” de la humanidad.
El gran desafío de la Iglesia es reconocer a los pobres de hecho, afectiva y efectivamente, como verdaderos sujetos. Para desarrollar una acción evangelizadora la Iglesia, necesita una “profunda actitud de amor a los pueblos… por la connatural capacidad afectiva que da el amor, podrá conocer y discernir las modalidades propias de nuestra cultura, sus crisis y sus desafíos históricos y solidarizarse, en consecuencia con ella en el seno de la historia  (Cf.OA)[19].  La valoración afectiva de la religiosidad propia y peculiar de los pueblos reconociendo en la cultura popular de los pobres una sabiduría evangélica germen de la acción evangelizadora. Asumiendo a los pobres como verdaderos evangelizadores y nuestros “maestros”.
 Cuando el Cardenal Bergoglio elige llamarse Francisco no es un nombre, es un proyecto de la Iglesia, pobre, sencilla, evangélica y desprovista de todo poder. Es una Iglesia que anda por los caminos junto con los últimos. Es una Iglesia ecológica que llama a todos los seres con las cordiales palabras de «hermanos y hermanas». San Francisco fue obediente a la Iglesia y a los papas y, al mismo tiempo, siguió su propio camino de vivir “según la forma del santo Evangelio” viviendo la vida y pobreza de Jesucristo. Entonces escribió el teólogo Joseph Ratzinger: «El no de Francisco a ese tipo  de Iglesia no podía ser más radical, es lo que podríamos llamar una protesta profética» (en ZeitJesu, Herder 1970, 269).

Francisco no habla, simplemente inaugura lo nuevo. Esta libertad de espíritu es potenciada por el rescate espléndido que hace de la razón cordial. La mayoría de los cristianos están cansados de doctrinas y son escépticos frente a campañas contra reales o imaginarios enemigos de la fe. Estamos todos impregnados hasta la médula por la razón intelectual, funcional, analítica y eficientista. Ahora viene alguien que en todo momento habla desde el corazón como lo hizo en sus palabras en la comunidad (favela) de Varginha, o en la isla de Lampedusa. Es en el corazón donde mora el sentimiento profundo hacia el otro y hacia Dios. Sin el corazón las doctrinas son frías y no suscitan ninguna pasión. Frente a los sobrevivientes venidos de África, confiesa: ”somos una sociedad que ha olvidado la experiencia de llorar, de 'padecer con': la globalización de la indiferencia nos ha robado la capacidad de llorar”. Sentencia con sabiduría: “La medida de la grandeza de una sociedad viene dada por el modo como trata a los más necesitados”.
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18  Francisco y la Ecología, 2014
19 Documento del Episcopado Latinoamericano en Puebla, Cf. DP 397


Editado por: Marina Fiorino Sierra





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