VOCACION HUMANA A SER CUSTODIOS
Camino al 35°Aniversario
de la Proclamación de San Francisco de Asís, Patrono de la Ecología
(19979-2014)
(Quinta entrega)
Lic. Fray Luis Antonio Scozzina ofm
Director del CEFEDER
UCA ROSARIO
1. Anuncio profético: “La revolución de la ternura”
La dimensión profética del ministerio del Papa Francisco se funda en la
misión evangelizadora de hacer presente en el mundo el Reino de Dios. “Confesar
que el Hijo de Dios asumió nuestra carne humana significa que cada persona humana
ha sido elevada al corazón de Dios.[20]
Su propuesta es el anuncio de la “alegría
del Evangelio” que se manifiesta en dos ejes que deben
estructurar la acción pastoral: la “cercanía al pueblo”, más allá
de las preocupaciones organizativas, y “el encuentro”,
marcado de cariño y ternura. Habla de la necesaria “revolución de la
ternura”, cosa que él demostró vivir personalmente.
Entiende la Iglesia como madre que abraza, acaricia y besa. Los
pastores deben cultivar esta actitud materna para con sus fieles. La Iglesia no
puede ser controladora y administradora, sino servidora y facilitadora.
Enfáticamente afirma que la posición del pastor no es la del centro sino la de
la periferia.
Esta afirmación es de destacar: el puesto de los obispos debe ser
o “al frente para indicar el camino, o en el medio para
mantenerlo unido y neutralizar las desbandadas, o atrás para
evitar que alguien se extravíe”, y debe darse cuenta de que “el rebaño tiene su
propio olfato para encontrar nuevos caminos”. Además, da centralidad a los
laicos para decidir junto con los pastores los caminos de la comunidad.
El anuncio de la alegría del Evangelio es anuncio de un nuevo estilo de
vida para toda la humanidad. Es anuncio de un nuevo modelo de desarrollo
integral, es anuncio de una ecología humana donde se respete y reverencie a la
hermana creación: “¿Qué supone la creación de un “mundo mejor”? Esta
expresión no alude ingenuamente a concepciones abstractas o a realidades
inalcanzables, sino que orienta más bien a buscar un desarrollo auténtico e
integral, a trabajar para que haya condiciones de vida dignas para todos, para
que sea respetada, custodiada y cultivada la creación que Dios nos ha
entregado. El venerable Pablo VI describía con estas palabras las aspiraciones
de los hombres de hoy: "Verse libres de la miseria, hallar con más
seguridad la propia subsistencia, la salud, una ocupación estable; participar
todavía más en las responsabilidades, fuera de toda opresión y al abrigo de
situaciones que ofenden su dignidad de hombres; ser más instruidos; en una
palabra, hacer, conocer y tener más para ser más".[21]
Cultivar y custodiar
quiere decir hacer crecer el mundo con responsabilidad, transformarlo para que
sea un jardín, un lugar habitable para todos. “Nuestro corazón desea “algo
más”, que no es simplemente un conocer más o tener más, sino que es sobre todo
un ser más. No se puede reducir el desarrollo al mero crecimiento económico,
obtenido con frecuencia sin tener en cuenta a las personas más débiles e
indefensas. El mundo sólo puede mejorar si la atención primaria está dirigida a
la persona, si la promoción de la persona es integral, en todas sus
dimensiones, incluida la espiritual; si no se abandona a nadie, comprendidos
los pobres, los enfermos, los presos, los necesitados, los forasteros; si
somos capaces de pasar de una cultura del rechazo a una cultura del encuentro y
de la acogida.[22]
20 Papa Francisco, Exhortación Apostólica, Evangelli Gaudium, 2013, 178 Cf EG 197-201
21 Papa Francisco para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado, que se
celebrara el 19 de enero del 2014.
22 Idem
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