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lunes, 25 de agosto de 2014

 VOCACION HUMANA A SER CUSTODIOS
Camino al 35°Aniversario de la Proclamación de San Francisco de Asís, Patrono de la Ecología (19979-2014)
(Quinta entrega)


Lic. Fray Luis Antonio Scozzina ofm
Director del CEFEDER
UCA ROSARIO
 1. Anuncio profético: “La revolución de la ternura”
La dimensión profética del ministerio del Papa Francisco se funda en la misión evangelizadora de hacer presente en el mundo el Reino de Dios. “Confesar que el Hijo de Dios asumió nuestra carne humana significa que cada persona humana ha sido elevada al corazón de Dios.[20]

Su propuesta es el anuncio de la “alegría del Evangelio”  que se manifiesta en dos ejes que deben estructurar la acción pastoral: la “cercanía al pueblo”, más allá de las preocupaciones organizativas, y el encuentro”, marcado de cariño y ternura. Habla de la necesaria “revolución de la ternura”, cosa que él demostró vivir personalmente.
Entiende la Iglesia como madre que abraza, acaricia y besa. Los pastores deben cultivar esta actitud materna para con sus fieles. La Iglesia no puede ser controladora y administradora, sino servidora y facilitadora. Enfáticamente afirma que la posición del pastor no es la del centro sino la de la periferia. 

Esta afirmación es de destacar: el puesto de los obispos debe ser o “al frente para indicar el camino, o en el medio para mantenerlo unido y neutralizar las desbandadas, o atrás para evitar que alguien se extravíe”, y debe darse cuenta de que “el rebaño tiene su propio olfato para encontrar nuevos caminos”. Además, da centralidad a los laicos para decidir junto con los pastores los caminos de la comunidad.

El anuncio de la alegría del Evangelio es anuncio de un nuevo estilo de vida para toda la humanidad. Es anuncio de un nuevo modelo de desarrollo integral, es anuncio de una ecología humana donde se respete y reverencie a la hermana creación: “¿Qué supone la creación de un “mundo mejor”? Esta expresión no alude ingenuamente a concepciones abstractas o a realidades inalcanzables, sino que orienta más bien a buscar un desarrollo auténtico e integral, a trabajar para que haya condiciones de vida dignas para todos, para que sea respetada, custodiada y cultivada la creación que Dios nos ha entregado. El venerable Pablo VI describía con estas palabras las aspiraciones de los hombres de hoy: "Verse libres de la miseria, hallar con más seguridad la propia subsistencia, la salud, una ocupación estable; participar todavía más en las responsabilidades, fuera de toda opresión y al abrigo de situaciones que ofenden su dignidad de hombres; ser más instruidos; en una palabra, hacer, conocer y tener más para ser más".[21]

         Cultivar y custodiar quiere decir hacer crecer el mundo con responsabilidad, transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos. “Nuestro corazón desea “algo más”, que no es simplemente un conocer más o tener más, sino que es sobre todo un ser más. No se puede reducir el desarrollo al mero crecimiento económico, obtenido con frecuencia sin tener en cuenta a las personas más débiles e indefensas. El mundo sólo puede mejorar si la atención primaria está dirigida a la persona, si la promoción de la persona es integral, en todas sus dimensiones, incluida la espiritual; si no se abandona a nadie, comprendidos los pobres, los enfermos, los presos, los necesitados, los forasteros; si somos capaces de pasar de una cultura del rechazo a una cultura del encuentro y de la acogida.[22]

Editado por: Marina Fiorino Sierra 







20 Papa Francisco, Exhortación Apostólica, Evangelli Gaudium, 2013, 178 Cf EG 197-201
21 Papa Francisco para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado, que se celebrara el 19 de enero del 2014.
22 Idem



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