Queridos hermanos:
Este es el lema elegido por los delegados diocesanos de Pastoral de la Salud para el Día Nacional del Enfermo, que celebramos el segundo domingo de noviembre.
Es una hermosa ocasión para que, frente a la desesperanza y los sufrimientos del hombre de hoy, dirijamos la mirada a Jesús, y aprendamos de él a fijar nuestra mirada atenta y a tender una mano generosa a nuestros hermanos que sufren.
¡Como Jesús! Si, como Jesús, que siendo de condición divina, se abajó, tomó la condición de servidor haciéndose semejante a los hombres (cf. Fil 2,6-7). “Ha venido para buscar y salvar lo que estaba perdido” (Lc 19,10), y decir a todos: “Vengan a mi todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré! (Mt 11,28).
Dicen sus testigos, los Apóstoles, que él pasó haciendo el bien y dejó una clara orientación de cómo comportarnos con los demás: “Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos” (Mt 7,12).
Como Jesús, detenernos al borde de los caminos, donde hoy encontramos a tantos hermanos debilitados por el flagelo del hambre y de la violencia, de la desesperanza y de la soledad. Detenernos cerca del lecho del enfermo, en los hospitales, en los hogares de ancianos y en nuestras propias casas, donde hay personas enfermas necesitadas de una ayuda inmediata y concreta, o una simple mirada, una sonrisa, una mano amiga. Lo que desearíamos nos hagan a nosotros si estuviéramos en esa situación.
Como Jesús, el Buen Samaritano, acercarnos a los enfermos, a los débiles; acercarnos al hombre caído y herido por la dura realidad de la vida de hoy. ¡Y darnos! No darle solo una ayuda pasajera, sino a nosotros mismos. ¡”Date”! Podemos dar nuestro tiempo, la compañía, la oración. Sobre todo darle nuestro testimonio de fe y confianza en el Señor a través del servicio generoso y en la aceptación serena del propio dolor, unidos al sacrifico redentor de Cristo.
Toda la comunidad eclesial, pastores y fieles, debe integrarse en este servicio a los enfermos, y ser un evangelio viviente. Ser anuncio gozoso de un Dios que ama, que cura, que consuela y salva.
Con motivo de dedicar éste día a todos los enfermos, en nuestra Parroquia San Francisco Solano, se ha celebrado la Santa Misa a ésa intención.
Fray Luis, Santa Misa Sábado 9 de Noviembre: 20 hs. |
Gracias a Dios son muchos los pastores y fieles, que estimulados por la Palabra de Jesús: “Vengan, benditos de mi Padre…, porque estuve enfermo y vinieron a verme” (Mt 25, 34.ss), y siguiendo su ejemplo, se acercan a los enfermos, a los débiles y heridos, para acogerlos, cuidarlos, curarlos e infundirles fortaleza y esperanza. Los felicitamos y animamos a perseverar en esta hermosa misión evangelizadora.
En fin, para encarar una verdadera Pastoral de la Salud, necesitamos conocer profundamente a Jesús y aceptar su invitación a encontrarnos con El, vincularnos estrechamente con El y dejarnos interpelar por la actual realidad sociocultural, religiosa y ambiental. Jesús nos llama a servirlo en nuestros hermanos enfermos.
María, nuestra Madre y Maestra, nos da una hermosa lección cuando dio su sí, y presurosa fue al encuentro de Isabel a servirla. Y permaneció cerca del Hijo, hasta al pie de la Cruz, y sigue estando cerca de la Iglesia, intercediendo por cada uno de sus hijos.
A todos los bendecimos y rogamos al Señor y a María les den fortaleza, esperanza y mucha paz. (1)
+ Mons. Emilio Bianchi Di Cárcano
+ Mons. José L. Mollaghan
+ Mons. Luis Stöckler
Editado por Lic. Susana Moreno
Catequista
(1) http://www.episcopado.org/portal/actualidad-cea/oficina-de-prensa/item/909-d%C3%ADa-nacional-del-enfermo-domingo-9-de-noviembre-de-2014.html
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