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martes, 2 de septiembre de 2014

Los franciscanos, en septiembre, estarán en Haifa, para el inicio del año escolar


Las carmelitas de Haifa han decidido dejar la dirección de su escuela, creada en 1907 por la Congregación de religiosas carmelitas de Santa Teresa de Florencia.
La escuela de las carmelitas pertenecía al ANSMI (asociación italiana de asistencia a los misioneros en el exterior). De común acuerdo, las religiosas y el presidente de la asociación, Maurizio Saglietto, se han dirigido a la Custodia de Tierra Santa, proponiéndoles que tomen el relevo. Los franciscanos son ya responsables de quince escuelas en toda Tierra Santa, en el amplio sentido (geográfico) de la palabra.

Con 40 profesores y más de 700 estudiantes, la escuela de las carmelitas, que acoge chicos desde la escuela materna hasta el bachillerato, goza de una óptima reputación en el ámbito educativo israelí. El Discretorio de la Custodia de Tierra santa, en su última asamblea de julio de 2014, ha aceptado la mano tendida,
anunciando la apertura de una nueva comunidad franciscana en Haifa. Fray Arturo Vasaturo, ex director de la escuela de Jafa, que habla perfectamente árabe y hebreo, pondrá toda su experiencia al servicio de la escuela de la que ha sido nombrado director.
Será también superior del convento que acogerá a tres o cuatro frailes. Entre ellos, fray Sergio Olmedo, exsuperior del convento de San Juan en el Desierto, a quien se le conferido el cargo no solo de ecónomo, sino también la misión de ofrecer asistencia espiritual a los numerosos peregrinos que visitan la ciudad balnearia de Haifa.

No teniendo a su cargo ninguna parroquia, los franciscanos se pondrán al servicio de las distintas parroquias presentes en Haifa.
Un fraile ucraniano se unirá a la comunidad para reforzar la pastoral con los fieles de lengua ucraniana. La mayoría de estos fieles son miembros de la Iglesia greco católico de lengua ucraniana.
Fray Stéphane Milovitch, discreto para el grupo franco-alemán, nos explica: «La Orden franciscana es católica y, aunque los frailes observan en la comunidad el rito romano y rezan en latín, cada fraile es libre de mantener su propio rito en su lengua de origen: maronita, bizantino o incluso siríaco». Aunque las parroquias de lengua árabe son una de sus principales actividades, la Custodia de Tierra Santa invierte energías y la internacionalidad de sus frailes gozosamente al servicio de las nuevas necesidades de la Iglesia local de Tierra Santa.

E.R[1]


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